Pero también, a pesar de todo, lo seguimos usando cada vez más. Estoy seguro de que el verbo estará incluido en el diccionario en una revisión posterior. En pocas palabras, geolocalizarte es “ponerte en el mapa”, asignarte unas coordenadas de GPS en un momento concreto. Los negocios, empresas, lugares de interés, incluso eventos y cualquier elemento estático puede ser geolocalizado en un mapa, como Google Maps, y de hecho, casi todo está ya geolocalizado. Pero las personas también podemos geolocalizarnos, y yo lo hago. ¿Por qué lo hago? No lo se, pero me apetece, de vez en cuando, decir donde estoy, y además compartirlo en alguna red social como Facebook. Geolocalizarte no deja de ser un poco exhibicionista (lo se, algo de eso debo tener) e incluso tener un punto esnob. No es lo mismo geolocalizarte en el Centro Comercial Las Arenas de Las Palmas de Gran Canaria que en el Asador Donostiarra en Madrid, en la torre Eifel de Paris o en la Casa de la Ópera de Sidney. Igual a no todo el mundo le interesa que te vayas al Parque Romano a correr, o que estés cenando en el VIPS y le saques una foto al sandwich club que te vas a zampar. O igual sí. Yo lo hago, tanto lo del sandwich como lo de la torre Eifel, y al que le guste bien y al que no también.
Yo suelo usar la aplicación Foursquare de mi iPhone para geolocalizarme, y soy Alcalde de algunos sitios, todos en mi entorno cercano. Para el que aún no la conozca, Foursquare, es una ¿red social? de geolocalización, donde uno hace check-in allá donde esté (en un parque, en una tienda, en un restaurante, en un evento, en un museo,…). Hacer check-in es como “picar” en la guagua, es decir “aquí estoy”. Junto a ese check-in puedes añadir un comentario y una foto, puedes dejar un consejo del lugar (un “tip”) y puedes mantener una conversación con cada check-in. Los check-in se pueden compartir en Facebook y /o Twitter. En Foursquare puedes tener “amigos” y puedes ver dónde se geolocalizan. Por cada check-in te asignan puntos y puedes ver el ranking que ocupas entre todos tus amigos con los puntos que hayas conseguido en esa semana. Cuantos más check-in haces en un mismo sitio tienes la posibilidad de convertirte en el Alcalde (“Mayor”) de ese sitio, y puedes llegar a arrebatarle la Alcaldía (“Mayorship”) a otro usuario. Esto de la geolocalización puede ser explotado por las empresas para hacer ofertas. Por ejemplo, en Foursquare, una empresa o negocio que esté geolocalizado puede ofrecer a sus clientes una promoción concreta por hacer check-in en su negocio (al menos la primera vez), si bien esta opción la he visto muy poco por los sitios donde yo me muevo. La próxima vez que vaya por las oficinas de IDECNET debo recordar hacer mi check-in porque me llevaré una camiseta de regalo.
Hace unos años, Foursquare era la líder indiscutible de este tipo de aplicaciones de geolocalización, pero tanto Facebook como Google Plus ofrecen ya este servicio y son muchos los usuarios que se decantan por ellos. Así, en Facebook para móviles existe la opción de decir “Estoy aquí” y en Google Plus, “Registrar visita”. Al final la filosofía es la misma. Y las consecuencias también, tenernos registrados. Debemos ser conscientes de que al hacer check-in en cualquier sitio voluntariamente estamos dejando un rastro de donde hemos estado. Por tanto, es un servicio no apto para infieles, defraudadores, políticos corruptos ni juerguistas empedernidos (o incluso las cuatro cosas a la vez, que seguro que los hay).
Foto de Flickr bajo licencia CC. Autor: nanpalmero
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